10 por ciento de los mexicanos vive con hipotiroidismo subclínico, es decir la glándula funciona por debajo de lo normal sin que las personas se percaten de esoInstituto Nacional de Salud Pública (INSP).
¿Sabías que el estrés puede dañar el funcionamiento de tu tiroides?
Sin embargo, existe una vitamina que puede hacerle frente a los problemas causados por el hipotiroidismo, la Vitamina B. Más adelante ahondaremos sobre el tema.
A pesar de la época en la que vivimos, donde los avances tecnológicos son cada vez mayores, tenemos poco tiempo, lo que hace que nos sintamos más presionados, pues tenemos muchas tareas por cumplir a lo largo del día. Caemos en el juego inevitable del estrés, lo que nos hace desarrollar malos hábitos y tenemos como consecuencias graves enfermedades, algunas de ellas relacionadas con la tiroides.
El estrés, que una reacción fisiológica ante el medio que nos rodea, si lo llevamos hacia el extremo más negativo se puede parecer a la angustia. Tiene diversos orígenes (internos o externos), por ejemplo, cambios importantes en nuestra vida (un embarazo no planeado o la muerte de un ser querido) o acontecimientos imprevisibles, como el cambio de trabajo o el despido injustificado, entre muchos otros.
Cuando no sabemos controlar nuestras emociones, pues en ocasiones no es fácil, ya que esto incluye cambiar ciertos hábitos negativos (acciones y pensamientos), nuestra salud se ve afectada. Uno de esos efectos lo recibe nuestra tiroides en forma de dos padecimientos: hipertiroidismo e hipotiroidismo, ya que nuestro sistema se descontrola.
¿Qué es y cómo funciona?
Muy pocas personas conocen que la tiroides tiene una función determinante en nuestro organismo: la de el metabolismo en general, de hecho estoy segura de que casi nadie sabe que es ahí donde comienza esta actividad.
La tiroides es una glándula en forma de mariposa que está alojada en el cuello, en la parte superior de la tráquea. Se encarga de regular nuestros niveles de oxígeno, producción de proteínas, niveles de calcio, nivel energético, el crecimiento y en síntesis, de todas nuestras funciones metabólicas. La componen dos hormonas: la T3 (Tiroxina) y la T4 (Triyodotironina). ¿Has pensado qué tan importante es? Sin embargo, en muchas ocasiones la falta de yodo, su componente principal, el ritmo de vida y la genética pueden sacarla de su ritmo regular.
Se puede ver afectada por varios factores, desde los internos, por ejemplo, la predisposición genética, principalmente en las mujeres; la falta de yodo, en la mayoría de los casos, principalmente en países en subdesarrollo; hasta los externos, en donde el estrés, como ya te lo comenté, es un desencadenante en potencia: un posible divorcio, el nacimiento de un hijo, la mudanza próxima, todo esto puede ser un factor.
Reacciona de manera negativa a través de dos enfermedades: el hipertiroidismo y el hipotiroidismo. En ambas las hormonas tiroideas (T3 y T4) funcionan de manera inadecuada, solo que en la primera, éstas (T3 Y T4) tienen una síntesis y secreción excesiva; mientras en la segunda, la acción es baja o nula. De este segundo padecimiento, del hipotiroidismo, es del que te voy a platicar a continuación.
Yo vivo con hipotiroidismo desde hace 10 años, pues no supe canalizar el estrés en su momento.
*Los principales síntomas que experimenté fueron:
- Frío excesivo, pues la tiroides es la encargada de regular nuestra temperatura
- Estreñimiento
- Piel seca
- Alteración en la memoria
- Cansancio excesivo sin causa aparente.
- Caída del cabello
* Otros síntomas que también se pueden presentar son:
- Voz ronca
- Movimientos lentos
- Aumento de peso
- Taquicardia
* Estos síntomas también podrían confundirse con los de otras enfermedades.
Es necesario tomar cartas en el asunto.
10% de la población vive con hipotiroidismo subclínico, es decir, la glándula funciona por debajo de lo normal sin que las personas se percaten de eso. Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
En México se ha vuelto muy común el padecimiento de estas enfermedades, las cuales se agudizan debido a nuestro ritmo de vida, mala alimentación y falta de actividad física.
Ahora que sabes que el estrés daña tu tiroides, es momento de comenzar a tomar cartas en el asunto, ¿no crees?
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