¡Hola, soy Jan de los “pinches Weros”!
Hace unos días mi amigo Stephan me preguntó si suelo hacer resoluciones para Año Nuevo, y si las cumplo, qué tips podría ofrecer en un artículo. Me invitó a escribir en su blog sobre el tema. Tomé el reto y en vez de grabar un video -que es lo que hago normalmente- me puse a escribir de inmediato mi primer artículo en español, que es este. Espero les guste.
Entonces, vamos a platicar sobre cómo cumplir tus propósitos para el 2020
Cuando se acerca el fin de año, mucha gente comienza a reflexionar sobre su vida más a profundidad: ¿fue exitoso este año? ¿Qué hice bien y qué puedo mejorar? ¿Qué pienso hacer el próximo para, por fin, alcanzar mis metas? Los propósitos pueden ser variados: Quiero ganar dinero, quiero hacer ese viaje que siempre soñé, quiero ponerme en forma, quiero salir con esa persona que me gusta, etcétera, etcétera.
Sin embargo, después de una semana, cuando estamos de vuelta, envueltos en los problemas de nuestra vida cotidiana ¿Qué pasa? solo quedan algunas huellas de esos propósitos ambiciosos, que durante la fiesta de fin de año anunciamos con tanto orgullo. Para que no nos pase esto y para que de una vez por todas consigamos nuestros objetivos con tranquilidad y éxito. Te comparto 3 de las cosas que más me han servido para lograr mis metas de forma eficaz.
Échales un ojo a continuación
1) Proponte metas ambiciosas pero alcanzables
¿Por qué la mayoría de la gente nunca logra su sueños más grandes? La primera respuesta es bastante obvia: una parte de estas personas se propone metas demasiado modestas. Objetivos que no requieren que salgas de tu zona de confort, nunca te harán crecer y, mucho menos, convertirte en la mejor versión de ti: Un mar tranquilo nunca hizo un buen marinero. La otra parte de las personas comete el error contrario, se propone metas demasiado ambiciosas, que nunca podrán ser cumplidas y que resultan en frustración. Es por eso que Brendon Burchard, reconocido como uno de los mejores entrenadores de alto rendimiento del mundo, recomienda propósitos ambiciosas, pero alcanzables y que sí vas a cumplir. Solo así somos capaces de entrar a un estado de concentración y motivación continua también conocido como flow.
2) Enfócate más en el camino que en la meta
Cuando nos proponemos una meta lo más lógico a primera vista es enfocarnos en la meta en sí. Por ejemplo, una persona que quiere bajar 15 kilos hasta julio probablemente vea, después de cada sesión de entrenamiento, cuántos kilos ha bajado y cuántos aún le faltan para llegar a la meta deseada. Supongamos que entrena muy duro las primeras cuatro semanas de enero y que ha cambiado su alimentación por completo. Sin embargo, en febrero nota que en en todo este tiempo solo bajó un kilo. Poco a poco las dudas reemplazan los propósitos y la motivación va disminuyendo hasta casi morir. Regresa la comida chatarra a la cocina y desaparecen los entrenamientos de la agenda. “Para qué esforzarse tanto, si el objetivo es inalcanzable? Ya lo asumí, siempre estaré gordito. Mejor disfruto de la vida en lugar de matarme en el gym.” -Nos decimos. Este es el gran problema de las metas ambiciosas que nos faltan por cumplir, están muy lejos y no podemos influir en ellas directamente en este momento.
El hecho de que vayas al gym hoy, no necesariamente significa que perderás 2 kilos mañana. Afortunadamente, existe una solución, que desarrollaron los autores Sean Covey, Chris McChesney y Jim Huling en su libro “Las 4 leyes de la ejecución”. Ellos investigaron las mejores maneras para lograr las metas ambiciosas sin perder la motivación. Su consejo es muy simple, pero genial: enfócate más en el camino que en la meta en sí. En vez de contar los kilos perdidos cada día es mejor medir las acciones que nos llevarán a la meta. Solo hay que enfocarse en lo que podemos influir directamente a un nivel diario. Es decir, por ejemplo, marcar en nuestro calendario los días en los que cumplimos con nuestro plan de alimentación o con nuestro entrenamiento.
3) Diviértete en el camino
Para mi, este punto en mi trabajo es esencial. Después de largos días de edición o después de cerrar un trato importante, me suelo dar autoregalos. Esto puede ser cualquier cosa que te guste hacer. En mi caso, muchas veces es comida 😉 Descubrí que pensar en la autogratificación aumenta mi motivación y casi se ha convertido en algo como una ceremonia. No solo pueden ser cosas o actividades al final del día, sino también después de acabar con una tarea que es parte de un proyecto más grande. ¿Necesitas inspiración? Escuchar tu rola favorita del momento, diez minutos de meditación, dar un paseo, estirarte o jugar con tu mascota son actividades que podrán levantar tu ánimo y relajarte a la vez.
“Así es como he cumplido mis propósitos en los últimos años. Espero estos tips puedan funcionarles para este año 2020.”
A propósito, por fin les comparto mis metas para Año Nuevo.
1.Me voy a poner como se dice ” bien mamado”, bueno, no tanto como Arnold, pero sí voy a mejorar mis hábitos alimenticios y mi entrenamiento físico.
2.Me seguiré enfocando en mi desarrollo personal y como emprendedor digital, e influiré más en la felicidad de las personas.
3. Ayudaré a crear ingresos pasivos por 1000s de personas.
Lo más importante es que comiencen con esa cambio desde ahora, por ejemplo, qué les parece desde el 1 de diciembre, en lugar de el 1 de enero (como todos lo hacen). Pónganse a trabajar en ello y verán lo que sucede.
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